Cuando llegó el momento de reparar su auto, el propietario de este Porsche 993 GT2 no solo decidió restaurar sino también convertir su deportivo en un street-legal car.
McChip fue el taller encomendado a realizar la tarea. Para cumplir el cometido despojaron al GT2 de cada una de sus piezas para reconstruirlas una a una, mientras que a la vez se realizaron mejoras en el motor. Gracias a la serie de mejoras realizadas en el bloque y en el sistema de escape la potencia se elevó de 450 caballos de fuerza a 596 caballos de fuerza, en tanto que el par máximo paso de 432 lb-pie a 625 lb-pie.
McChip también se instala un diferencial de deslizamiento limitado de Drexler, rines de 18 pulgadas nueva aleación ligera, una nuevo sistema de suspensión Competition Variant 3, además de nutrido surtido de piezas aerodinámicas.
En el interior, el 911 GT2 adquiere una jaula de seguridad, asientos de carreras Recaro, un volante desmontable, una pantalla equipada con sistema de grabación de datos y video, mientras que los paneles fueron intercambiado por uno de fibra de carbono.
Según McChip, la construcción tomó más de 800 horas de trabajo para terminar y tuvo un costó 265.000 dólares.