Hace 20 años, Internet revolucionó la informática. En los próximos años va a revolucionar también el mundo del automóvil. Bosch está convirtiendo el auto en un agente activo de Internet. Para los conductores, esto tiene muchas ventajas. Con la conexión en red de los vehículos, se mejora la comodidad, la seguridad y la eficiencia de la movilidad del futuro. En la actualidad, Bosch está participando activamente en todos los campos necesarios de la tecnología y fabrica ya las primeras soluciones enserie. En el futuro, surgirán nuevas funciones. Por ejemplo, la llamada Realidad Aumentada conectará el mundo virtual con el mundo real. El parabrisas se convertirá en la pantalla central y pondrá toda la información del vehículo y de su entorno en el campo visual del conductor.
3 objetivos de Internet en el automóvil
Objetivo 1: Hacer que internet forme parte del auto
La conectividad es ya una mega-tendencia en la industria del automóvil, debido a que la digitalización seduce cada vez a un mayor número de personas. Es por eso que los ingenieros de desarrollo de Bosch trabajan en soluciones intuitivas y sofisticadas. Una de ellas es el sistema MySpin, con el que se pueden integrar perfectamente los smartphones iPhone y Android en los vehículos, de forma que la pantalla del dispositivo móvil será visible en el monitor central del vehículo. Así las Apps se pueden utilizar en el vehículo de forma mucho más sencilla, segura y confortable.
En el futuro, los datos de navegación se complementarán con datos actuales recogidos a través de internet sobre la situación en la carretera, por lo que los vehículos pueden, por ejemplo, rodar por inercia hasta llegar al tráfico. Esta navegación en red, en la que el vehículo tenga en cuenta los datos de internet, no sólo se encontrará en los camiones del futuro, sino también en los automóviles.
Objetivo 2: Hacer que el auto forme parte de internet
Los vehículos no sólo utilizarán la información de internet, sino que también transmitirán informaciones a su entorno. Para lograr este objetivo se han desarrollado unas soluciones de seguridad especialmente adaptadas al automóvil, tales como un cifrado específico.
Los vehículos se convertirán en el futuro en sensores que recogerán informaciones de su entorno y las intercambiarán entre sí o con un servidor. Conocida como “Floating Car Data”, esta información es necesaria tanto para obtener mapas altamente dinámicos, como para mejorar la seguridad del vehículo. Mientras que el conductor sólo ve una curva, la navegación ya sabe que detrás de ella hay hielo en el camino o un atasco de tráfico. De esa manera, se puede evitar que un auto o un camión circulen deprisa ante un accidente o un embotellamiento. El sistema puede avisar al conductor o iniciar automáticamente una operación de frenado.
Ya existen las primeras aplicaciones con las que los vehículos se comunican con el mundo exterior. Un ejemplo de ello es el sistema eCall, que será obligatorio en la Unión Europea en 2015. Este sistema establece automáticamente una llamada de emergencia cuando un vehículo está implicado en un accidente. Este se activa, por ejemplo, a través de los mismos sensores que activan el despliegue de los airbag. Esto reduce el tiempo de respuesta de los servicios de emergencia entre un 50 y 40 por ciento.
Objetivo 3: El auto forma parte del Internet, de las cosas y de los servicios
Pero la interconexión de los autos con internet va aún mucho más allá de estas aplicaciones. Incluso se podría conectar en red una ciudad grande, incluida su infraestructura, de modo que se garantizaría una movilidad óptima. Si alguien quiere ir, por ejemplo, desde el centro a la periferia, puede utilizar el metro y luego cambiar a un vehículo de car-sharing. A través de las plataformas el transporte público, empresas de alquiler de autos eléctricos y de bicicletas eléctricas, podrán ofrecer conjuntamente una oferta de movilidad integral.
Por eso, se ve en la conexión en red de los vehículos la posibilidad de un mercado global. La mayoría de los consumidores y las empresas trabajan en la interconectividad del automóvil. Vehículos automatizados y conectados, por ejemplo, pueden mejorar el flujo del tráfico rodado en un 80 por ciento o facilitar que las personas mayores tengan una movilidad cómoda y segura. Los estudios parten de que si los vehículos están cada vez más automatizados, el número de víctimas mortales podría reducirse hasta en un 90 por ciento. Para conectar los vehículos a Internet, Bosch ha establecido un estrecho diálogo con los fabricantes mundiales de automóviles y con empresas innovadoras en otros sectores, tanto en Europa, como en Norteamérica y Asia.