Ford hizo lo mejor al equipar este Muscle Car preparado para la pista con un V8 de 5.2 litros que produce 526 caballos de fuerza y 429 libras de torsión por pie lineal.
Además de eso le ha quitado los asientos traseros, le ha añadido mejoras aerodinámicas y mecánicas, y le ha puesto partes producidas en fibra de carbono para reducir su peso.
El resultado es un monstruo para la pista que ruge lo suficiente para asustar a sus rivales.
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