Mazda i-ACTIV, tracción total más que inteligente
Mazda, la marca que para la mayoría se asocia con el manejo deportivo y emocionante bajo el concepto Zoom-Zoom, está entrando literalmente en un nuevo terreno gracias a su avanzado sistema de tracción en las cuatro ruedas Mazda i-Activ y para demostrarlo nos trajo hasta Crested Butte, Colorado para ser parte de la primera edición de la Mazda Ice Academy (#mazdaiceacademy).
Más que un sistema de ingeniería que puede leer información de 27 canales y transformarlos en comando que se aplican 200 veces cada segundo para mejorar el manejo de los vehículos Mazda bajo cualquier condición del camino, la incorporación del sistema Mazda i-ACTIV completa una filosofía inspirada en la frase en japonés Jinba Ittai, que a grandes rasgos significa “maximizar el desempeño en todo tipo de climas y minimizar los excesos”.
Para el desarrollo de esta y otras tecnologías de Mazda como los motores SKYACTIV que combinan turbocargadores y otros sistemas para mejorar el desempeño y el rendimiento de gasolina al mismo tiempo, los ingenieros de Mazda recibieron la premisa de mantener el estilo divertido de manejo de un Mazda y agregar todo lo necesario para mejorar el desempeño.
“El límite es el cielo” y de ahi (Sky) nació la tecnología Mazda SKYACTIV, que ha recibido infinidad de premios alrededor del mundo por sus avanzado conceptos de ingeniería, desde que se incorporó a los otros fundamentos de los vehículos de Mazda, como el chasis, la suspensión, la transmisión y la filosofía de diseño KODO— Alma en Movimiento.
Además, Mazda cuenta también con los sistemas Mazda i-ACTIVSENSE, que incluyen lo más avanzado de las tecnologías de seguridad pasiva y activa, lo que le ha permitido alcanzar las máximas calificaciones en las pruebas de impacto del gobierno y de las agencias privadas como el Instituto de Aseguradores y Seguridad en las Carreteras (IIHS).
Mazda i-ACTIV, 200 veces por segundo
El sistema de tracción en las cuatro ruedas Mazda i-ACTIV fue presentado inicialmente con el debut de la crossover Mazda Cx-5 2013, que también incluye las tecnologías SKYACTIV que mejoran el desempeño general del vehículo y el rendimiento de gasolina.
En la actualidad el sistema Mazda i-ACTIV está disponible también en la Mazda CX-3, que salió a la venta en 2015, y la nueva Mazda CX-9, que debutará en ocho mercados alrededor del mundo en el verano del 2016.
El sistema funciona de la misma forma en todos los modelos en que se incorpora, bajo las filosofías Jinba Ittai —“caballo y hombre como una sola cosa”— y Hoshiru Yorikobi—“el placer derivado del manejo”—, lo que para Mazda significa una experiencia deportiva que le permite a los conductores un control preciso en todo momento y dinámica al máximo.
Bajo condiciones normales de operación, el sistema Mazda i-ACTIV AWD envía aproximadamente 98% de la potencia del motor a las ruedas delanteras, pero puede llegar a un balance 50-50, según las necesidades del camino.
Contrario a la forma de operación de la mayoría de los sistemas de tracción en las cuatro ruedas que envían el poder de la rueda que patina a la rueda que tiene agarre, o lo que se conoce como un sistema reactivo, la tecnología Mazda i-ACTIV predice las condiciones del camino, el clima, la dirección de las ruedas, la aceleración, la temperatura exterior e incluso el uso de los limpia parabrisas para determinar la distribución más precisa a cada una de las ruedas.
Todos estos procesos recaban información de 27 sensores que son enviados al sistema Mazda i-ACTIV AWD que reacciona y hace ajustes a una velocidad de 200 veces por segundo, sin la necesidad de la intervención del conductor. Todo sucede de forma totalmente transparente.
El beneficio para el conductor es que el sistema predice y controla la tracción del vehículo en condiciones de nieve, hielo, lluvia e incluso en calles y carreteras secas, para hacer la experiencia de manejo lo más segura y placentera posible, conservando siempre el espíritu deportivo de Mazda.
Durante los diferentes ejercicios del Mazda Ice Academy en Crested Butte, Colorado, Mazda equipó a las crossovers CX-3 y CX5, así como al Mazda MX-5 Miata con las llantas de invierno Bridgestone Blizzak, que son el complemento perfecto para el sistema Mazda i-ACTIV AWD, al aumentar el control y seguridad en todo momento, por ejemplo al reducir la distancia de frenado en casi la mitad, en comparación con vehículos equipados con llantas de verano o de todo clima.