San Diego, California - Vi por primera vez el Fiat 124 Spider hace casi medio siglo, siendo yo muy niño en las calles de mi natal Bogotá, y en pocos segundos se convirtió en el auto de mis sueños.
Obviamente estaba fuera de mi alcance y nunca pude manejarlo, pero me llenaba el espíritu verle su carácter eminentemente deportivo y me producían algo de envidia sus felices dueños.
Lo perdí de vista por varias décadas y volví a reencontrarlo el Fiat 124 2017 el año pasado en el Auto Show de Los Ángeles, donde se destacaba entre los estrenos más atractivos.
Me pareció, al igual que a mucha gente, que el Fiat 124 2017 tenía un notable parecido con el Mazda MX5 Miata, pero concluí rápidamente que en ese segmento, el de los roadsters compactos, era muy difícil que no se parecieran los unos con los otros.
Hace apenas unas semanas, en la competencia de convertibles Topless in Miami, tuve oportunidad de manejar el Miata, que se enfrentaba en su categoría con el Mini y el VW Beetle, en sus versiones descapotables.
No dudé en escoger como el mejor al japonés, y como sabía que muy pronto iba a estar manejando el Fiat 124 2017, me llené de expectativas, ansioso por ver como iban a compararse, en cuanto a desempeño, dos autos que, en cuanto a diseño guardaban tanto en común.
Video Fiat 124 Spider 2017: Emoción plena con acento italiano
Reconozco que he debido investigar más profundamente el origen del nuevo Fiat y por eso me llevé una gran decepción cuando, en el evento de lanzamiento en San Diego, California, al abrir la puerta del conductor del 124, me encontré en la parte inferior del marco una pequeña etiqueta que decía que el auto era fabricado por Mazda para Fiat-Chrysler.
Quedó en ese momento encerrado el desafío que me había planteado entre los dos autos, porque creí que en realidad no eran dos sino uno solo.
Corrí de inmediato a plantearle mi frustración a la gente de Fiat y de inmediato me sacaron de mi error. En realidad, el auto si era montado por Mazda en Hiroshima, pero el ADN era inequívocamente italiano y muy Fiat.
La primera diferencia básica está en el mismo motor, que al contrario del 2.0 litros de aspiración atmosférica del Mazda, el del 124 Spider es un 1.4 litros, MultiAir Turbo, que entrega 164 caballos de potencia, 9 más que el Miata, y 184 libras por pie de torsión.
Me pareció excelente el comportamiento de la suspensión del Fiat 124 Spider, que además registra bajísimos niveles de ruido, vibración y dureza.
Es definitivamente diferente la impresión que produce manejar el Fiat, que en mi modesta opinión, se conduce do forma más refinada y deportiva.
Pero no solo ahí radican las diferencias entre ambos. Aunque comparte con el Miata buena parte de su estilo y apariencia, la gente de Fiat logró imprimirle a este nuevo 124 muchos detalles de diseño de su clásico predecesor, que debutó en el Salón de Turín en 1966, diseñado por Pininfarina.
Además, para ser consecuente con su procedencia italiana, el 124 trae detalles en sus acabados que son verdaderamente excepcionales.
Viene en tres versiones: la más popular Classica, la más lujosa Lusso y la de más alto desempeño Abarth. En materia de seguridad, cuenta con monitoreo de puntos ciegos y luces frontales adaptables.
Como equipo opcional está disponible el sistema FIAT Connect 7.0 con pantalla de siete pulgadas, sensible al tacto, que es el centro del sistema de infotenimiento que incluye el radio, el tocador de MP3, el sistema de conectividad Bluetooth y la cámara de visión trasera, además de dos puertos USB, una entrada auxiliar y siete bocinas.
También está disponible un sistema de audio Premium de la marca Bose, con nueve bocinas, incluyendo dos en cada uno de los apoya-cabezas, y un subwoofer, que brindan un sonido de altísima calidad, aún con la capota abajo.
Más de cuatro décadas después, el auto de mis sueños está de regreso, y ahora sí que está a mi alcance, porque el precio básico de la versión Classica comienza en los $24,995, la versión Lusso comienza a venderse en los $27,495 y la Abarth, con transmisión automática puede llegar a los $29,545 .
Fiat y Mazda demuestran con este producto que a veces es más conveniente la cooperación que la competencia. Fiat hubiera podido desarrollar un muy buen 124 con sus propios medios, pero el costo hubiera resultado elevadísimo, y en un segmento donde las ventas no son muy voluminosas, las perdidas pudieran haber resultado sustanciales.
Sabio resultó siendo el camino de aprovechar un muy buen producto de Mazda, inyectarle su personalidad y su ADN propios y salir a conquistar su tajada del mercado. En lo personal creo que les va a ir muy bien.