Cuando el BMW M1 1978, tuvo su debut en el Auto Show París, marcó el inicio de una leyenda moderna de la ingeniería alemana, lo mismo para las calles y carreteras de todo el mundo, como para las pistas de alta competencia.
El modelo de la división de alto rendimiento BMW Motorsport GmbH, se convirtió de inmediato en la estrella de la exhibición y el favorito de los aficionados a los autos deportivos.
"Todo el mundo se agolpaba alrededor del nuevo deportivo de BMW con motor central", escribió la prensa. Y "la lista de pedidos es mayor que las expectativas más optimistas”.
En ese Auto Show se pudo admirar el nuevo modelo, extremadamente dinámico y extraordinariamente bajo que dejaba muy claro a simple vista cuál era el deportivo alemán más rápido en la carretera: el BMW M1 1978, que con 1.140 milímetros de altura y sus 277 caballos de fuerza, alcanzaba una velocidad de más de 162 millas por hora (260 km/h).
BMW M1 1978, un deportivo para la historia
Este modelo deportivo, con un diseño atemporal y una gran tradición en el deporte del motor, es uno de los mejores ejemplos del trabajo de ingeniería en toda la historia de BMW.
Diez años antes, el BMW 2800 CS ya había entrado en la era de los “grandes coupés”. Estos modelos representaron definitivamente su época, tanto en la carretera como en el circuito.
La característica común del BMW M1 y de los grandes coupés de la marca es su armonía característica, que combina estilo y deportividad. El estilo de la carrocería, obra del diseñador italiano Giorgetto Giugiaro, dio al BMW M1, con solo 1.140 mm de altura, un perfil italiano.
La intención fue que el nuevo coupé tuviera claramente ese diseño italiano tan especial. Se creó sobre la base del BMW turbo con puertas de "alas de gaviota", un prototipo con turbocompresor creado en 1972 por el diseñador de BMW, Paul Bracq.
Partiendo desde este diseño, con sus líneas redondeadas, Giorgetto Giugiaro creó el perfil afilado del M1, con sus peculiares y rasgadas aristas y esquinas.
De hecho, Bracq y Giugiaro ya habían colaborado antes para crear el BMW Serie 6 Coupé. Por contraste, el motor de seis cilindros en línea del vehículo fue una obra maestra de Münich.
Al igual que el concepto del vehículo, la tecnología de transmisión se diseñó para dominar los retos del circuito y cumplir los requisitos para obtener la licencia como vehículo para carretera.
La versión de producción general del BMW M1 1978 era el deportivo alemán más veloz.
La serie Procar proporcionó parte del programa para las carreras del Campeonato Mundial de Fórmula 1, y el BMW M1 se colocó en la línea de salida con un motor de hasta 490 caballos de fuerza.
La turbocompresión aumentó la potencia a 850-950 caballos para carreras conforme a las normas del Grupo 5.
El BMW M1 1989 no sólo fue un deportivo extraordinario para la calle y las carreras, de la misma manera también fue una singular obra de arte.
En 1979, el ídolo del pop art Andy Warhol trabajó sobre un BMW M1 listo para competir, usando sus pinceles y pintura para convertir al M1 en una de las obras de arte más rápidas del mundo.
Ese fue el cuarto Art Car de BMW, una serie de ejecuciones artísticas basadas en diferentes modelos de BMW.
Warhol fue el primer artista en pintar la carrocería del coche directamente con los potentes trazos de su pincel: "Pero el coche es mejor que el arte", se dijo a sí mismo Warhol más tarde en un comentario bastante ácido.
Con el número 76, el BMW M1 Art Car luchó por el título en las 24 Horas de Le Mans, terminando finalmente la carrera en sexto lugar.