La octava generación del Porsche 911 no solo es más potente que su predecesora, sino también más confortable y segura, gracias al nuevo Drive Mode Porsche Wet, una primicia mundial exclusiva del 911, que ahora ofrece un comportamiento aún mejor en carreteras mojadas.
La octava generación del 911 fue presentada en el Auto Show Los Ángeles a finales de noviembre de 2018. El motor bóxer turbo de seis cilindros de los 911 Carrera S y 911 Carrera 4S alcanza ahora una potencia de 450 caballos (331 kW).
El motor bóxer turbo de seis cilindros de los Porsche 911 Carrera S y Porsche 911 Carrera 4S ahora tiene 443 caballos de potencia, lo que representa un aumento de 30 caballos en comparación con el modelo anterior.
Con este motor, ambas versiones pueden acelerar de 0 a 60 millas por hora en menos de 4 segundos: el 911 Coupé de tracción trasera necesita solo 3,5 segundos y el 911 Carrera 4S con tracción integral 3,4 segundos. Estas cifras hacen 0,4 segundos más rápidos a los dos modelos con respecto a sus antecesores.
Y esa ventaja todavía se incrementa en otros 0,2 segundos más con el paquete opcional Sport Chrono. Las velocidades máximas son ahora de 192.5 millas por hora (308 km/h) en el 911 Carrera S y de 191.25 millas por hora (306 km/h) para la variante de tracción en las cuatro ruedas.
Cómo funciona el Drive Mode Porsche Wet
El innovador sistema de asistencia incluye una función para detectar si el asfalto está lo suficientemente húmedo y, en ese caso, adaptar los ajustes del vehículo para aumentar la estabilidad de marcha sobre esa superficie.
“El modo Wet se ha desarrollado para proporcionar ayuda al conductor en condiciones de asfalto mojado", dijo August Achleitner, quien ha sido responsable de la gama Porsche 911 durante muchos años. "Con este sistema. no se restringe la potencia del motor ni se limita la velocidad máxima y, por tanto, no debe utilizarse como un seguro para conducir muy rápido en esas circunstancias. Pero sí puede considerarse como un sistema de ayuda en el sentido más auténtico”.
El Drive Mode Porsche Wet puede detectar automáticamente una carretera húmeda y alertar al conductor del riesgo de aquaplaning.
Para ello, unos sensores acústicos situados en las aletas delanteras detectan si se genera espray de agua en la zona. Ahí está la gran diferencia con los sensores de lluvia para los limpiaparabrisas, que sólo reaccionan de forma óptica con las gotas que caen sobre el cristal independientemente de las condiciones del asfalto. Sin embargo, el agua puede seguir estando en la calzada cuando ha pasado la lluvia.
Si el sistema detecta una superficie húmeda, el funcionamiento de los sistemas Porsche Stability Management (PSM) y Porsche Traction Management (PTM) se pone sobre aviso para intervenir.
En esas circunstancias, ambos actúan más pronto y de manera más sensible de lo habitual. Además, aparece una alerta en la parte derecha del cuadro de instrumentos, junto al cuentarrevoluciones. De esa manera se informa al conductor de que se ha detectado humedad y le recomienda que cambie manualmente al modo Wet.
Esta función se activa desde la nueva fila de botones situados sobre la consola central o, en el caso de disponer del paquete Sport Chrono opcional, también por medio del conmutador de modo integrado en el volante.
Si está activado el modo Wet, el PSM, el PTM, la aerodinámica activa, el Porsche Torque Vectoring (PTV) Plus opcional y la respuesta del propulsor se adaptan en conjunto para garantizar la máxima estabilidad de marcha.
A partir de 56 millas por hora (90 km/h), el spoiler trasero variable se despliega hasta la posición de carga aerodinámica superior, las aletas para el aire de refrigeración se abren, las características del pedal del acelerador se hacen más planas y no se permite la desconexión del PSM ni la activación del modo Sport.
La entrega del par motor es más suave y la estrategia de cambio de la nueva transmisión PDK de 8 velocidades se adapta automáticamente a esa forma de funcionamiento.
En el Porsche 911 Carrera 4S de tracción integral, se transfiere más potencia al eje delantero que en el modo normal para reforzar el efecto de estabilización. La reducción de las relaciones de bloqueo en el diferencial trasero autoblocante controlado electrónicamente también forma parte de la puesta a punto del 911 para condiciones de mojado.
El conductor nota claramente el efecto: el 911 ofrece un comportamiento más noble, mientras que las precisas intervenciones de los sistemas de asistencia son verdaderamente efectivas en los cambios de dirección repentinos, en la solicitud de potencia inmediata o en los cambios de superficie con diferentes coeficientes de fricción. Pero el copiloto electrónico no sólo ofrece ventajas en mojado.
El modo Wet también se puede activar manualmente para incrementar la estabilidad en carreteras cubiertas de nieve y, por tanto, con un agarre reducido.
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