Existen personas que gustan de hacer diseños impresionantes sobre vehículos de alto desempeño para crear modelos nunca vistos. Podemos contabilizar miles de ejemplos alrededor del mundo y sin duda, uno de los modelos más extravagantes que hemos visto en los últimos años es este ´Vette de 1999 que dejó atrás su faceta de coupé deportivo para convertirse en el Chevrolet Corvette buggy 1999.
Este proyecto es obra de un entusiasta de los coches, que vive en Arizona, quien adquirió este Chevrolet Corvette C5 1999 apenas el año pasado y le dio un cambio completo por dentro y por fuera para convertirlo en un buggy todoterreno con las mismas prestaciones que el potente motor V8 de este modelo tiene para ofrecer.
Si lo estás preguntando, casi todas las piezas que aún observas en el Chevrolet Corvette buggy son las mismas del coche original, pues su dueño no realizó ninguna modificación al chasis o a la suspensión del modelo.
Más seguridad para el Chevrolet Corvette buggy 1999
No obstante, lo que sí hizo fue retirar la carrocería completa, misma que se sustituyó por una jaula antivuelco que se soldó directamente al chasis, reduciendo ligeramente las dimensiones del auto original.
Una vez que terminó este trabajo, el siguiente paso fue fabricar una nueva cubierta del motor, así como un par de protectores contra salpicaduras y algunos refuerzos para la sección trasera, todo ello fabricado con aluminio 6061-T6 de alta resistencia.
Si el frente te parece familiar, es porque el creador del Chevrolet Corvette buggy instaló la defensa de un Jeep Wrangler con todo y ganchos de remolque y faros Hella sin olvidar la nueva barra de luces LED sobre el parabrisas y el par de pequeñas luces rojas en la parte trasera que sustituyen los conjuntos ópticos del Corvette original.
Interior
Este singular vehículo rueda sobre la suspensión original que se acompaña por nuevos neumáticos Firestone Destination MT2 todoterreno de 265/70 en la parte delantera y 285/70 en la parte trasera, acompañados por los rines originales C5 Z06 de 17 pulgadas que el Corvette incorporaba en aquellos años.
Para el interior el dueño mantuvo prácticamente todo intacto, conservando el volante y el tablero del vehículo, aunque los antiguos asientos de piel fueron retapizados completamente en una tela tejida muy llamativa y además se instaló una nueva palanca de velocidades de recorrido corto que ayuda a que las velocidades entren de manera más inmediata.
El corazón del Chevrolet Corvette buggy 1999
Bajo el capó encontramos el clásico motor LS1 V8 de 5.7 litros del Corvette que entrega 345 caballos de fuerza con 250 lb-pie de torque, una potencia que se transmite directamente a las ruedas traseras a través de una transmisión manual de seis velocidades con eje de torsión rígido, y el único cambio mecánico que encontramos en este modelo es en el silenciador, mismo que fue extraído de un Camaro Z/28 2019.
Si estás pensando en comprar este coche, olvídalo. Hace algunos días fue puesto en venta a través de la página Bringtrailer, donde alcanzó un precio de $25,000.
No ha sido el único modelo
Como comentamos al principio, el Chevrolet Corvette buggy 1999 no es un caso aislado. Otro modelo reciente es el del Baja Porsche 911, un coche que comenzó su vida como un Porsche 911 1969 y terminó siendo un modelo Baja.
Claro que, en este caso, el responsable de esta transformación decidió conservar la carrocería del deportivo alemán y la recubrió de un atractivo color gris mate.
Porsche con motor Volkswagen
¿Quieres saber el nombre del responsable de esta transformación? Nada menos que el legendario cazador de autos antiguos Michael Lightbourn, quien preparó este modelo para develarlo en el SEMA Show 2017.
En realidad, lo único que se conserva del Porsche es la carrocería, ya que debajo de ella encontramos un chasis Baja hecho de acero tubular. En la parte posterior se colocó un motor cuatro cilindros de 2.3 L extraído de un Volkswagen.
Como podemos observar, cuando se trata de sobresalir en medio de un mar de autos de todos tamaños, colores y sabores solo es necesario un poco de dinero ¡y mucha creatividad!