El Ford Mustang Bullitt GT 1968 original de la película de Steve McQueen fue subastado en $3.4 millones, con lo que ahora tiene el récord como el Ford Mustang más caro de la historia.
La venta de este histórico auto de película, se llevó a cabo en la subasta anual Mecum en Osceola Heritage Park Hall, en Kissimmee, Florida.
Se trata del mismo auto que se usó para filmar la famosa secuencia de la persecución del detective Frank Bullitt, que dura más de 12 minutos en la película. La filmación, tardó dos semanas con solo dos autos, conducidos principalmente por McQueen.
El auto fue comprado por Robert Kiernan en 1974 a un empleado del estudio Warner Bros, como un simple auto usado, cuando el mundo de los autos clásicos no tenía la relevancia de la actualidad.
La familia Kiernan mantuvo la propiedad del auto y de hecho, Robbie, la esposa de Robert, lo manejó durante varios años para ir y venir de casa a la escuela donde era profesora.
Sean y Samantha Kiernan pusieron el auto a la venta en subasta y el precio inicial de la puja fue de $3,500 en memoria del precio que pagó su padre en 1974.
Tras la subasta del viernes, el Ford Mustang Bullitt GT 1968, pasará a la historia como el más valioso.
Ford Mustang Bullitt GT 1968 y la nueva generación
En 2018, Ford presentó la tercera generación del Bullitt en San Francisco y tuvo en exhibición el auto subastado hoy en Florida.
La versión moderna está disponible en todos los mercados globales donde se vende el Ford Mustang para los años modelo 2019 y 2020, exclusivamente.
Es impulsado por un motor V8 de 5.0 litros, que proviene del Ford Mustang GT, ajustado con sistema de inyección heredado del Shelby GT350 y nuevo cuerpo de aceleración que le permiten desarrollar una potencia de 480 caballos de fuerza y 420 libras de torsión por pie lineal.
El motor va acoplado a una transmisión manual de seis cambios con la tradicional bola de billar blanca como manija de la palanca de cambios.
Con este tren motor, el Ford Mustang Bullitt 2020 alcanza velocidad máxima de 163 millas por hora, que por supuesto no alcanzamos durante nuestro test drive por las calles de San Francisco.