La marca de Molsheim cuenta con una rica historia en la fabricación de roadsters de alto rendimiento. Desde el Type 35 hasta el Veyron Grand Sport Vitesse y más recientemente el Bugatti W16 Mistral.
El W16 Mistral no es un auto cualquiera. Es el primer modelo descapotable de Bugatti desde 2015 y el último en contar con el motor W16 de la marca. Debido a la relevancia de este modelo, el programa de pruebas de este deportivo fue exhaustivo y riguroso.
De acuerdo con los ingenieros de la marca, el Mistral ha sido examinado minuciosamente. Probado, vuelto a probar y ahora, con el inicio de la segunda mitad del año, el auto entra en su fase final de evaluación.
El Mistral busca una pista donde pueda correr a más de 260 mph
Las estrictas pruebas de choque, ya completadas con éxito, han garantizado la capacidad del Mistral para proteger a los ocupantes en caso de accidente. Esta fase fue crucial debido a la integración de un nuevo monocasco, pero, sobre todo, porque solo pasando con éxito esta prueba, el auto puede obtener la homologación en varios mercados, incluidos Norteamérica y Europa, donde se cuentan con altos estándares en cuestión de seguridad automotriz.
Después de haber completado la evaluación aerodinámica en octubre, y de haber puesto a prueba el W16 y su transmisión en el dinamómetro, Bugatti está sometiendo los prototipos del Mistral a una serie de pruebas para evaluar su rendimiento en diferentes condiciones de conducción. Estas pruebas analizan la seguridad, las emisiones, la resistencia y la maniobrabilidad.
Las pruebas de carretera de este superdeportivo han sido muy completas. Tan solo el Prototipo 2 ha recorrido más de 20 mil millas (32,000 km). Estas pruebas han llevado al W16 Mistral por diversos terrenos, desde altas montañas hasta el nivel del mar, e incluso a través de condiciones de tráfico intenso. El próximo paso en el desarrollo de este auto será someterlo a los rigores de la pista, donde recorrerá otras 3,000 millas.
Resulta interesante notar que ninguno de los clientes del Mistral recorrerá, ni por asomo, más de mil millas en su superauto, pero, aun así, la marca desea entregar un auto que pueda superar cualquier prueba.
Uno de los desafíos más importantes de la última fase de pruebas será verificar la velocidad máxima del Mistral. Sin embargo, esto supone otro obstáculo para los ingenieros: Encontrar una pista adecuada que permita al superauto francés superar las 260 mph (420 km/h) de manera segura.
Una vez que se completen las pruebas finales, la producción del roadster comenzará en el Atelier de Molsheim a finales de este año.