La noticia suena descabelladamente atractiva, pero antes de que comiences a hacer planes para vaciar tu cuenta de ahorros, es conveniente que leas el resto de la información, dada a conocer por Reuters.
La malograda empresa, propiedad de Henrik Fisker ha solicitado a un juez de bancarrota que supervise sus procedimientos de Capítulo 11 para que autorice la venta de más de 3,000 SUV eléctricos Ocean que tiene en inventario por alrededor de $14,000 por unidad a una empresa de arrendamiento de vehículos.
Una vez que esta petición logre la luz verde del juez, Fisker podrá vender 3,321 unidades a American Lease, con sede en Nueva York, por $46.25 millones, según un documento judicial presentado el martes.
La startup de vehículos eléctricos, que solicitó protección por bancarrota el mes pasado, tuvo problemas logísticos para vender sus SUV eléctricos y cambió a un modelo de socio distribuidor a principios de este año después de gastar una gran cantidad de efectivo.
American Lease, la luz al final del túnel para Fisker
Algunas versiones del Ocean se vendían por alrededor de $70,000 y, durante su descenso a la bancarrota, redujo los precios de la versión más barata a aproximadamente $25,000 para recaudar capital y cumplir con sus obligaciones de deuda. Incluso, trascendió la noticia de que estaba tratando de vender unidades a sus empleados por una cifra ligeramente superior s los $20,000.
La luz al final del túnel llegó el 30 de mayo, dos semanas antes de que Fisker solicitara protección por bancarrota bajo el Capítulo 11, cuando American Lease acordó comprar 2,100 unidades del Ocean y un mes después aumentó esa oferta para comprar los 3,321 SUV que estaban listos para la venta.
American Lease proporciona coches en arrendamiento o alquiler a conductores de viajes compartidos en Nueva York y sus alrededores. Como recordaremos, fue el año pasado cuando las autoridades de esta ciudad emitieron un decreto mediante el cual se ordena que la flota de viajes compartidos de la ciudad esté compuesta por vehículos cero emisiones y accesibles para sillas de ruedas para el 2030.