La firma alemana se enfrenta a una dura realidad: El Porsche Taycan, su modelo cero emisiones estrella, ha perdido el favor del público. A pesar de su éxito inicial, las ventas han caído en picado, obligando a la casa de Zuffenhausen a tomar medidas drásticas.
La marca ha tardado en reconocer el cambio de tendencia en el mercado, pero finalmente, como se dice coloquialmente: “Le ha caído el veinte”. Ahora ya sabe que las ventas de su modelo eléctrico han iniciado un descenso, al parecer, sin freno.
De acuerdo con una nota publicada por Auto International, durante los últimos meses, los concesionarios de la marca lanzaron repetidos avisas en el sentido de que el sedán eléctrico no se estaba vendiendo como se deseaba.
La primera consecuencia de estas bajas ventas es que Porsche se ha visto obligada a pausar la producción del Taycan. La fábrica de Zuffenhausen reducirá su actividad en dos turnos, lo que podría implicar un recorte en la plantilla de trabajadores en el futuro.
Sin embargo, no todo es negativo para Porsche. La versión más potente del Taycan, el Turbo GT, sigue gozando de gran popularidad. Su precio desorbitado y su exclusividad lo han convertido en un objeto de deseo para un público muy específico.
El futuro del Taycan es incierto
Porsche tendrá que replantear su estrategia para este modelo si quiere que vuelva a ser un éxito de ventas. Es posible que la marca tenga que reducir el precio, ofrecer nuevas versiones más asequibles o incluso reconsiderar su posicionamiento en el mercado. Otra buena opción es esperar que, con la llegada del Cayenne y del Macan eléctrico, se vuelve a incentivar el gusto por el sedán eléctrico de lujo.
En definitiva, la historia del Taycan es un claro ejemplo de cómo las tendencias del mercado pueden cambiar rápidamente. Las empresas que no se adapten a estos cambios corren el riesgo de quedarse atrás.