Continuando con la celebración por su 95 aniversario, el carrocero de Turín ha revelado el Pininfarina Battista Novantacinque.
Esta nueva edición especial se presentó en el Museo Nacional del Automóvil de Turín, donde el público tuvo la oportunidad no solo de admirar este auto, sino de adentrarse en la exposición que relata la historia de marca.

Pininfarina Battista Novantacinque: legado y vanguardia en una sola pieza
Diseñado como el último ejemplar de la línea Battista, cuya producción concluye este año, el Novantacinque cuenta con una estética exterior que, de acuerdo con la empresa, evoca su espíritu clásico.
La carrocería de fibra de carbono expuesta está cubierta de color Rosso Gloss y cuenta, además, con acentos en Pura Vision Gold Gloss y detalles en Nero Torino Gloss, enmarcados por una línea dorada del paquete Furiosa.
También tenemos la inscripción ‘Novantacinque’, ubicada en el alerón trasero, rines Iconica, con acabado metálico pulido, acentos en negro mate y pinzas de freno negras. El aluminio cepillado anodizado añade el toque final.

Pininfarina Battista Novantacinque: interior
Al abrir las puertas del Battista Novantacinque tenemos asientos Pilota recubiertos en cuero y Alcántara negros con costuras dobles en dorado y negro. Las almohadillas para las rodillas, también en Alcántara, exhiben el número ‘95’ bordado en hilo dorado.
No faltan, claro, las placas específicas del chasis y las puertas hasta los controles rotatorios en aluminio mecanizado. La fibra de carbono satinada y el aluminio anodizado en oro y negro completan el paquete.
Es lógico imaginar que bajo el chasis no hay cambios, es decir, el Novantacinque, basado en el Rimac Nevera, ofrece una impresionante potencia de 1,900 caballos gracias a sus cuatro motores eléctricos.
Si ya estás pensando en sacar los ahorros para llevar este bólido a tu casa, te tenemos malas noticias: Solo habrá una unidad y muy seguramente ya tiene propietario.