Ford GT Mk IV: El superdeportivo se despide con una edición de ultra alto desempeño
El icónico Ford GT Mk IV cierra su producción con una edición limitada que redefine la potencia, la tecnología y el legado en pista

Ford GT Mk IV: El superdeportivo se despide con una edición de ultra alto desempeño. Foto: Ford
Ford Performance anuncia la llegada de la tercera y última serie del legendario Ford GT Mk IV, cerrando definitivamente el ciclo de producción. Tras casi diez años de construcción artesanal, este lanzamiento marca el final de una generación que dejó huella en la historia de la marca.
Con solo 67 unidades ya en manos de clientes, Ford Performance abrió pedidos para los últimos ejemplares restantes. Este modelo, fue desarrollado junto a Multimatic Motorsports y ofrece tecnología muy superior a la de muchos GT de competición actuales.

Ford GT Mk IV: herencia de Le Mans con tecnología avanzada
El modelo toma inspiración directa de los Ford GT que aseguraron el primer y tercer lugar en las 24 Horas de Le Mans de 2016. Sin embargo, presenta algunas mejoras, entre ellas un nuevo diseño de carrocería, suspensión y tren motriz completamente renovados.
Su mecánica se centra en un motor EcoBoost V6 biturbo de 3.8 litros de tercera generación, capaz de entregar más de 820 caballos de fuerza. Esta potencia, afinada por Roush-Yates Engines, supera al Ford GT de carreras original y se transmite mediante una caja secuencial de seis velocidades con levas y un embrague más avanzado que el utilizado en Le Mans.
La suspensión incluye amortiguadores Multimatic de válvula de carrete adaptativa, ajustables directamente desde la cabina en plena conducción. Además, el chasis de fibra de carbono integra una jaula antivuelco superior diseñada específicamente para reforzar la estructura del GT Mk IV.

Prestaciones que superan los límites conocidos
Con una carga aerodinámica de más de 2,400 libras a 150 mph, el Ford GT Mk IV puede sostener fuerzas laterales superiores a 3g en curva.
Las unidades disponibles son muy pocas y aún pueden configurarse al gusto del cliente, aunque esta ventaja no durará mucho tiempo. Con el cierre definitivo de la línea, el Ford GT Mk IV se convierte en una pieza de colección instantánea, marcando así un capítulo muy importante en la historia de la marca.