- Pasajeros 5
- Tres filas No
- Tracción Awd
- Motor 3
- Inducción Turbo
- Caballos de fuerza 396
- MPG ciudad 19
- MPG autopista 25
- Aceleración 0-60 4.5
- Velocidad máxima ND
- IIHS TOP SAFETY PICK Yes
- Impacto frontal pequeño G
- Impacto frontal moderado G
- Impacto lateral G
- Fuerza del techo G
- Prevención del impacto cabeza y cuello G
- Prevención de impacto frontal Superior
-
CALIFICACIÓN IIHS:
G: BUENO, A: ACEPTABLE, M: MARGINAL, P: POBRE, ND: NO DISPONIBLE
Mercedes-Benz W 196 R Streamliner, una subasta de posible récord
Pocos vehículos en la historia del automovilismo generan tanta admiración como el Mercedes-Benz W 196 R Streamliner. Nacido en la edad de oro de la Fórmula 1, este auto no solo fue un coche de carreras; fue un prodigio de la ingeniería y un pilar fundamental en el legado de Mercedes-Benz. Ahora, pocos tendrán la oportunidad de tener uno de estos autos en su garage.
Mercedes-Benz W 196 R Streamliner, obra maestra de ingeniería
Presentado en 1954, el W 196 R fue diseñado para dominar el competitivo circuito de Fórmula 1. Su carrocería aerodinámica, fabricada con una aleación ligera de magnesio, no solo era visualmente impactante, sino que también estaba pensada para reducir la resistencia al aire y maximizar la velocidad en circuitos rápidos. Este diseño innovador podía transformarse en una versión de ruedas descubiertas, haciéndolo adaptable a diferentes pistas.
Bajo su exterior, el motor de 2.5 litros y ocho cilindros en línea proporcionaba una potencia inicial de 257 hp, que posteriormente se aumentó a 290 hp. Este tren motriz permitía al auto alcanzar velocidades superiores a las 180 mph (290 km/h), un logro impresionante para su época.
Triunfos en las pistas
El W 196 R debutó en el Gran Premio de Francia de 1954, logrando primer y segundo lugar con Juan Manuel Fangio al volante. Fangio, una de las mayores leyendas del automovilismo, utilizó este auto para asegurar su segundo título mundial ese año. Obtuvo victorias en prestigiosas competencias como los Grandes Premios de Alemania e Italia.
En 1955, el coche continuó su racha de éxitos al ganar el Gran Premio de Buenos Aires. Las habilidades de conducción de Fangio y Stirling Moss, combinadas con los avances tecnológicos del W 196 R, lo convirtieron en un competidor formidable en las pistas. A pesar de contratiempos como fallas en el motor, el W 196 R demostró consistentemente su potencial para la grandeza.
Un sueño para coleccionistas
De los diez Mercedes-Benz W 196 R producidos, solo cuatro contaban con la icónica carrocería aerodinámica. Estos vehículos fueron retirados en 1955 y, en su mayoría, preservados en el Museo Daimler-Benz. Un ejemplo destacado es el chasis 00009/54, donado al Museo del Indianapolis Motor Speedway, donde ha permanecido desde 1965. Restaurado con estándares de calidad de museo, sigue siendo un ejemplar impecable de la innovación en el automovilismo de mediados del siglo XX.
Este chasis en particular tiene un significado adicional, ya que pronto se convertirá en el primer W 196 R Streamliner disponible para propiedad privada. RM Sotheby’s ha programado su subasta en solitario para febrero de 2025 en el Museo Mercedes-Benz en Stuttgart, con estimaciones que sitúan su valor en más de $55 millones.
Un legado de innovación
El Mercedes-Benz W 196 R Streamliner simboliza más que la destreza de Mercedes-Benz en las carreras: representa el compromiso de la marca con superar los límites tecnológicos. Desde su avanzado sistema de suspensión hasta sus innovadores frenos de tambor, este auto allanó el camino para futuras innovaciones tanto en autos de carrera como de calle.