Sin lugar a dudas los amantes de los muscle cars se quedarán con la boca abierta con el trabajo que realizó el tuner All Speed Customs sobre un Pontiac Firebird 1970.
No podrían nombrarlo de mejor manera que Firebird Blackhawk. Y es que además de la extensa cantidad de componentes que elevan la imagen del vehículo, el taller realizo perfecciones sobre el motor. Ahora la maquina entrega un total de 1,020 caballos de fuerza, gracias a la integración de un par de turbocargadores.
Estéticamente aloja rines de 19 pulgadas para las ruedas traseras y de 20 pulgadas para las traseras. Del lado de la aerodinámica este Pontiac luce difusor trasero, alerón, splitter, además de una serie de entradas de aire. Obviamente que para controlar el millar de caballos de fuerza tuvo que ser necesario modificar todo el sistema de suspensión, así como dotarlo de frenos más poderosos.
En la cabina se buscó mantener la sobriedad y sencillez. Todo el ambiente esta acentuado por aluminio. Tiene asientos al más puro estilo racing, encendido sin llave, ventanas eléctricas y sistema de aire acondicionado.