El Gobierno de Escocia publicó recientemente un nuevo plan llamado Switched On Scotland: A Roadmap to Widespread Adoption of Plug-in Vehicles, en el cual pretenden para 2050 omitir los vehículos de combustión interna y dejar solamente que circulen modelos híbridos, plug-in híbridos y eléctricos.
En 2012 sólo 235 autos eléctricos fueron comprados en Escocia, pero el gobierno va a invertir 16 millones de dólares en los próximos dos años para reducir la emisión de CO2. Así que para su flota comprará automóviles híbridos y colocará estaciones de carga de alrededor de los principales edificios públicos. Posteriormente se instalarán cargadores rápido a lo largo de la carretera, mientras que los ciudadanos que compren un auto eléctrico tendrá diversos incentivos fiscales y la instalación gratuita del cargador en casa.