Después de la aparición de The Fast and The Furious, aquella primera película, el movimiento tuning en todo el mundo tuvo un impulso sorprendente, de la noche a la mañana aparecieron miles de clubes y eventos.
Y ante tal respuesta los productores de la cinta estelarizada por Vin Diesel y Paul Walker descubrieron de pronto que podían hacer más filmes, así estaremos viendo la octava entrega el próximo año. Sin embargo, antes y después de que Fast and Furious llegara a los cines, en otras latitudes ya se habían estrenado cintas con la misma o similar temática.
Continúa leyenda para ver este:
Top 6 películas que debes ver, además de Fast and Furious
Initial D (Japón, 2005)
Es un manga de Shuichi Shigeno publicado originalmente en la revista de Kōdansha Young desde 1998. Después se hizo un anime y una película live-action, la cual se basa mayormente en el primer manga (1st Stage) del cómic de Initial D.
Fue realizada en Hong Kong y dirigida por Andrew Lau y Alan Mak. La cinta fue duramente criticada por fans del manga y anime, quienes percibieron que los directores se tomaron demasiadas libertades creativas con la historia original, incluyendo los autos y los personajes del anime.
Sobra decir que el filme hace uso de autos y situaciones del Drifting en las montañesas carreteras de Japón.
Redline (Estados Unidos, 2007)
Esta película del año 2007 en enfoca en las carreras callejera a gran velocidad. Para ello los protagonistas utilizan vehículos como el Ford GT40, el Bentley Continental GT, Rolls-Royce Phantom o el Mercedes-Benz SLR McLaren 722.
Taxi Express (Francia, 1998)
Taxi Express es una película francesa de acción dirigida por Gérard Pirès, escrita y producida por Luc Besson. Su argumento es el siguiente: Daniel, un joven repartidor de pizzas, consigue hacer realidad uno de sus sueños: obtener la licencia de taxi. Pero un encuentro fortuito con Emilien le pone en un aprieto: para conservar su licencia de taxi, han de detener a una banda que está desmantelando los bancos del país. Tiene 3 secuelas y un remake con Queen Latifah como protagonista.
High Octane 2 (Nueva Zelanda, 2000)
Lo poco que sabemos de esta película, además de que es la secuela de otra de película de años antes, es que en ella se muestra la cultura de Nueva Zelanda por los coches personalizados o Tuning Car. Hay acción, comedia e infinidad de coches tuneados.
Gone in 60 Seconds (Estados Unidos, 2000)
Esta cinta, estelarizada por Nicolas Cage, Angelina Jolie y Robert Duvall, se estrenó un año antes que The Fast and The Furious y ciertamente nos hizo suspirar por todos los estupendos coches que ahí aparecieron. Desde un Aston Martin DB7, pasando por un Cadillac Eldorado, hasta un Chevrolet Corvette y la estrella de la película, Eleanor, un sensual Mustang Shelby GT500 de 1967.
Aunque esta cinta carece de autos tuning (lo más cercano es precisamente Eleanor) es una película lo suficientemente emocionante como para mantenerte al filo del asiento. Gone in 60 Seconds fue dirigida por Dominic Sena, y es una adaptación de una película de 1974, que tiene un argumento muy similar, aunque ese ese caso, Eleanor está interpretado por un Ford Mustang Mach One.
Need for Speed (Estados Unidos 2014)
Para muchos, la adaptación cinematográfica del célebre videojuego creado por Electronic Arts dejó mucho que desear, por el argumento, por la calidad de los actores, sin embargo, hay algo que no nos decepcionó: los autos que aparecieron en este filme, dirigida por Scott Waughy.
Este filme está lleno de dream cars que representan un verdadero festin: Koenigsegg Agera R, McLaren P1, Bugati Veyron 16.4 Super Sport, Lamborghini Sesto Elemento, Saleen S7 Twin Turbo, GTA Spano, Aston Martin DB9, Lamborghini Gallado LP 550-2 Valetino Balboni, Mercedes-Bens SLR McLaren 722 Roadster y el auto más tuning de la cinta, un Ford Mustang 6T500.
El Pony Car protagonista de Need for Speed, está equipado con un chasis más ancho, rines de aleación específicos de 22 pulgadas, firmados por Forgiato, un parrilla inferior de mayor tamaño, nuevas tomas de aire y espejos de bajo perfil. Incorpora motor turboalimentado de 5.8 litros V8, modificado por Ford Racing y que desarrolla 900 caballos de potencia.