En nuestro top 10 deportivos inolvidables de los años 90, nos encontramos con algunos modelos que hasta la fecha siguen vigentes, pero algunos otros, lastimosamente, se han dejado de fabricar. Autos como el Audi TT merecen un lugar en nuestra lista no solo por su deportividad, sino por la manera en cómo influenciaron el diseño actual de los sport cars.
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Top 10 deportivos inolvidables de los años 90
Dodge Viper
El músculo americano tuvo al Dodge Viper como su mejor representante en la década de los 90. El Viper llegó como una bocanada de aire fresco a la industria automotriz de los Estados Unidos y desde su nacimiento se erigió como una de las máquinas americanas con mejor performance. Su hábitat natural son las pistas. La producción de este deportivo finalizó en 2017. El motor era un V10 con distintos caballajes: desde los 400 y hasta más de 640 hp.
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Chevrolet Corvette C4 ZR1
Siguiendo los pasos de su compatriota el Dodge Viper, el Chevrolet Corvette C4 ZR1 es de los musculosos americanos que basan su éxito en el interminable empuje de su propulsor. El Chevrolet Corvette C4 ZR1 apareció en el mercado en 1990 y venía con un V8 de 375 caballos de potencia. Parte del desarrollo de esta versión se hizo en conjunto con la marca Lotus.
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BMW M Coupé
Este BMW M Coupé fue introducido al mercado en el año de 1998. Fue uno de los productos que a los ingenieros de la marca les costó más trabajo para convencer a los altos directivos para que se produjera en masa. En un principio, este modelo equipaba un motor de 6 cilindros en línea y entregaba hasta 240 hp. Sin embargo, existió una versión que alcanzaba una potencia final de 320 hp. ¡Una bala!
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Lotus Spirit V8
Fue en 1996 cuando la marca inglesa lanzaba el Spirit V8 que estaba propulsado por un motor bautizado como Type 918, fabricado en aluminio, con doble turbocargador y con una entrega de potencia que alcanzaba los 350 caballos. Era considerado uno de los deportivos más deseados de esa época. Al principio se utilizaba una transmisión manual de 5 cambios, la cual después sería de 6 marchas.
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Toyota Supra
La cuarta generación del Toyota Supra salía al mercado en el año de 1993. El auto fue totalmente rediseñado y había dos opciones de motorización: el normalmente aspirado 2JZ-GE que desarrollaba 220 caballos, y su hermano mayor turbocargado, el 2JZ-GTE con una potencia de 272 hp. Nada mal para la época. Sin embargo, para las versiones de exportación se colocó una planta de poder con más empuje: 321 hp. Este Toyota fue el primero de la marca japonesa en traer una bolsa de aire para pasajeros como equipo de serie (sólo para el mercado de EEUU).
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Mazda RX-7
La producción de la tercera generación del Mazda RX-7 dio inicio en el año 1992. Los primeros RX-7 de esta generación estaban equipados con un motor que utilizaba dos turbos secuenciales, los cuales funcionaban en conjunto para evitar, en la medida de lo posible, el famoso “turbolag”. A pesar de lo complejo del funcionamiento del sistema de inducción, este Mazda se convirtió en un referente deportivo de los 90.
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Lamborghini Diablo
Uno de los autos más deseados de todos los tiempos es el Lamborghini Diablo. Para muchos fue uno de los primeros súper exóticos del mercado y su silueta le hace ser inconfundible. La producción del Diablo abarcó desde 1990 y hasta 2001, acumulando apenas 2,884 unidades fabricadas. En un principio, este “Lambo” contaba con el motor V12 de 5.7 litros y 485 caballos de fuerza.
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Ferrari F50
Sucesor del brutal F40, el F50 salió a la luz en 1995 como un biplaza de motor central, al más puro estilo del extremo radical de Ferrari. La propulsión corría a cargo de un motor V12, 4.7 litros de desplazamiento y presumía 512 caballos de potencia disponibles. Tan solo se fabricaron 349 unidades del F50 y para muchos es considerado como uno de los Ferrari con menos reconocimiento.
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Porsche 911 Turbo S 3.3
Conocido internamente con el código 964, este Porsche se produjo en pocas cantidades (apenas 86 unidades) y debutó en el año 1993. Esta versión “Leichtbau” o “Light weight”, contaba con nuevo sistema de inyectores y la potencia disponible alcanzaba los 376 hp. Además, para darle más presencia deportiva, la suspensión se modificó y el sistema de dirección era totalmente mecánico.
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Audi TT
El Audi TT se empezó a producir en el año 1998 y desde su llegada fue una auténtica revolución. Contaba con dos motorizaciones posibles: un 4 cilindros de 178 caballos y otro con 222; la diferencia entre ambos era el tamaño del turbocargador. El TT es un deportivo de cepa que cambió el rumbo del segmento al competir contra los consagrados, pero con un motor infinitamente más pequeño y rendidor, y siempre ofreciendo un manejo divertido.
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