Los coches deportivos construidos con distintas partes suelen ser apuestas muy arriesgadas, pero si se hace bien el resultado suele ser brutal. Tal es el caso del Porsche 356 RSR 1960 by Emory Motorsport, un auténtico Frankenstein creado a partir de varios autos, entre ellos un Porsche 356B de 1960 y un Porsche 964 C2 de 1990.
En un principio, podría parecer que el trabajo podría no ser tan complicado, pues la distancia entre ejes de estos dos modelos es prácticamente idéntica, aunque la parte mecánica ofreció retos específicos que pusieron de cabeza a los ingenieros a la hora de planificar el proyecto del Porsche 356 RSR 1960 by Emory Motorsport.
Porsche 356 RSR 1960 by Emory Motorsport, una pieza espectacular
El resultado final es una pieza artesanal simplemente espectacular. Por fuera luce una nueva carrocería de aluminio ultraligero, fabricada completamente a mano y con bisagras y manijas de acero en las puertas. Al frente podemos ver tres tomas de aire en la parte baja del parachoques, que se combina con otra colocada en la parte baja del capó y salidas de aire sobre las salpicaderas delanteras.
En la parte trasera se aprecian los conjuntos ópticos que enmarcan un parachoques recortado, y el cual deja a la vista una buena parte del motor, además de las ruedas de gran tamaño pintadas en color negro. La carrocería, por su parte, cuenta con ventanas fabricadas en plexiglás.
En la parte posterior encontramos la verdadera joya del Porsche 356 RSR 1960 by Emory Motorsport, el motor. Se trata de un 2.4 litros turbo que genera 393 caballos de fuerza, combinándose con una caja de cambios manual de 5 velocidades y un peso total que supera las 1,900 libras pero que logra entregar al conductor una relación de potencia-peso espectacular.
Realizar este swap no fue tarea fácil y los ingenieros de EM trabajaron durante 4 años sin parar para completarlo, pues para poder crear a este monstruo de las pistas, tuvieron que conseguir dos chasis distintos y realizar una adaptación, ya que la longitud del 356 es un auto 85 mm más pequeño que el 964, por lo que había que realizar un alargamiento de la plataforma.
Entre los componentes que este auto posee, podemos encontrar la dirección original del Porsche 356, los frenos del Porsche 964 y los puntos de agarre de la suspensión que también recibieron ligeras modificaciones para poder acoplarse al nuevo motor y entregar una precisión milimétrica.
El resultado final de todo este trabajo es simplemente soberbio, sin duda, los ingenieros de Emory Motorsport nos han dado un ejemplo de lo que el esfuerzo, la dedicación y el trabajo duro pueden crear. El Porsche 356 RSR 1960 by Emory Motorsport es un ejemplar único en el mundo que enamorará a más de uno que lo vea pasar por la calle.
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