El fabricante norteamericano de autos eléctricos, Bollinger, quien en el pasado anunció el lanzamiento de vehículos en varios segmentos, ahora ha confirmado que dejará de lado la producción de sus pick-ups y SUV eléctricos para centrarse en la producción de chasis para flotillas de camiones eléctricos comerciales.
El CEO de la startup norteamericana anunció que la producción de sus vehículos eléctricos B1 y B2 se pospondrían de manera indefinida, pues la compañía está cambiando su enfoque, centrándose en la producción de flotillas de vehículos eléctricos comerciales.
La noticia, dada a conocer por Automotive News recuerda que, inicialmente, la marca quería ingresar directamente al mercado de autos de producción masiva y de buenas ventas como los SUV, sin embargo, a principios del año pasado, con el creciente interés del mercado por las flotas de vehículos eléctricos, Bollinger decidió comenzar a trabajar en una versión comercial de su chasis, con tracción trasera, y que estuviese destinado a llegar a vehículos de reparto y camiones de trabajo y ambulancias.
Bollinger no construirá SUV o trocas eléctricas…por el momento
La decisión de dejar a un lado un mercado tan fructífero como el de las SUV no es para nada descabellada, y es que con gigantes de la industria del reparto como Walmart, FedEx, Amazon y otras empresas retirando de sus flotillas vehículos de reparto con motor de combustión interna, para sustituirlos con nuevos camiones eléctricos, además del pedido de Amazon de 100,000 unidades de camionetas eléctricas de Rivian, era claro que el verdadero crecimiento en corto plazo para la industria eléctrica está en este mercado.
Sobre el tema trascendió que Bollinger firmó contrato con EAVX, una unidad de J.B. Poindexter & Co., quien podría dar soporte a Bollinger para que sus chasis, el Chass-E, pueda llegar a los vehículos de flota rápidamente dentro de las unidades comerciales de Pointdexter, una empresa que fabrica carrocería de Clase 3 a Clase 7 utilizando el chasis y los sistemas de propulsión suministrados por otros fabricantes.
Asimismo, Bollinger también adelantó que devolvería el dinero a los clientes luego de que en el otoño del 2019 comenzó a aceptar depósitos de $1,000 de parte de los clientes interesados en sus primeros modelos anunciados, y que ahora no tienen una fecha de producción definida, adelantando que serán alrededor de 1 millón de dólares los que la empresa reembolsará y que, además, no tiene ninguna intención de vender sus diseños a otros fabricantes.