El Ford Modelo A año 1929 es mucho más que un auto antiguo; es una parte especial en la vida del señor Alejandro “Alex” Villalvazo, originario de Tijuana, Baja California, México.
Apasionado por su coche clásico, Don Alex, de 85 años de edad, ha convertido este vehículo en una verdadera joya familiar, llena de historias y recuerdos inolvidables.
Cada vez que lo conduce, no solo celebra su amor por los autos antiguos, sino también su herencia mexicana y los fuertes lazos familiares que han dado vida a este proyecto. Acompáñenme a descubrir la inspiradora conexión entre Alex, su Ford Modelo A y su comunidad.
Ford Modelo A 1929, un encuentro con la historia
La historia de cómo Alex adquirió su Ford Modelo A es tan fascinante como el propio vehículo. Este pequeño pickup jugó un papel crucial en la empresa de distribución de gas de su padre en las calles de Tijuana. Durante años, el Modelo A fue un fiel trabajador hasta fines de la década de 1940. Posteriormente, quedó olvidado detrás de un taller, esperando a ser redescubierto por Alex, apasionado por los autos y con el deseo de transformarlo en un hot rod.
Cuando Alex lo encontró, solo quedaba el chasis, los guardafangos y la cabina. El resto del automóvil había desaparecido. Con determinación, Alex se embarcó en la tarea de reconstruirlo, utilizando diversas partes que encontró en el camino. Sin embargo, después de un tiempo, el automóvil volvió a reposar en uno de los garajes del señor Villalvazo.
El descubrimiento: Cuando los nietos de Don Alex encontraron el coche
Veinticinco años pasaron y el Ford Modelo A 1929 de Don Alex volvió a ver la luz gracias a un momento especial. Sus nietos, Flavio y Alex, curiosos por las historias que habían escuchado sobre el viejo coche, encontraron el automóvil clásico.
La emoción y el asombro en sus ojos al descubrir el carro fue un momento inolvidable para toda la familia. Don Alex aprovechó la oportunidad y el entusiasmo de ellos para volver a trabajar en el auto, iniciando así un nuevo capítulo en la vida de este querido Ford Modelo A.
Momentos memorables
Alex ha acumulado una serie de recuerdos inolvidables con su Ford Modelo A. Desde viajes familiares hasta anécdotas divertidas en la carretera, este coche ha sido testigo de innumerables historias.
Entre ellas, en una ocasión, una pequeña niña que iba con su mamá y volteo a ver el Ford Modelo A de Don Alex, comentó que este coche hacía que todos los demás carros en la carretera parecieran aburridos. Para Alejandro, este comentario no solo fue muy chistoso, sino también fascinante, recordándole así lo especial que es su coche.
El señor Villalvazo destaca que la participación de sus hijos, nietos y demás familiares ha sido verdaderamente significativa.
“Siempre les ha gustado andar conmigo, andar apretando tornillos, meterse abajo del carro y aprender cómo funcionan las cosas,” dijo Alex. “Ha sido una manera de estar cerca de ellos y de gozarlos.”
Participación en eventos
Don Alex ha dejado su marca en diversos eventos de autos clásicos, destacándose con logros significativos. En el Annual MotorCars on MainStreet Car Show en Coronado, California, donde compitió contra más de 300 autos, logró obtener un par de segundos lugares, demostrando la calidad y el cuidado meticuloso de su Ford Modelo A 1929. Además, en el National City Car Show, se alzó con el primer lugar en su categoría y el premio de elección popular, un reconocimiento directo de los entusiastas de los autos presentes en el evento.
Para Alejandro, más allá de los trofeos y reconocimientos, lo más especial de estos encuentros es la oportunidad de hacer amigos de por vida. Destaca cómo los eventos de autos permiten conectar con personas que comparten una pasión común, creando lazos duraderos a través del amor por los coches.
El orgullo de la familia
La historia de Alejandro Villalvazo y su Ford Modelo A de 1929 es una celebración de la pasión, la familia y la herencia cultural. Es un recordatorio de cómo los coches son mucho más que simples medios de transporte; pueden ser portadores de historias y recuerdos que perduran a lo largo del tiempo.
Mantener un coche de casi un siglo no es tarea fácil. Alex y su familia han dedicado innumerables horas a la restauración y mantenimiento de su Ford Modelo A.
Para concluir nuestra entrevista, le pregunté a Don Alex algo curioso y divertido: “Si pudiera llevar su Ford Modelo A a cualquier lugar del mundo, ¿dónde sería?”
Me contestó con una gran sonrisa: “Eso es una pregunta fácil. Empezaría en la pura frontera del lado mexicano (en Tijuana), y haría mi recorrido hasta la punta de la península de Baja California Sur en Los Cabos.”