Tratando de seguir los pasos de su consanguíneo Dodge Charger Daytona, es que Plymouth creó el Road Runner Superbird. Para 1970 sus cifras eran todo un alarido. Aceleraba de 0 a 60 mph (96 km h) en 5,5 segundos, el cuarto de milla lo obtenía en 14,3 segundos a 104 mph (166 km/h).
Aunque similares en apariencia, el Superbird en realidad era bastante diferente al Daytona. Por ejemplo, elementos aerodinámicos como el frente y el spoiler eran más grandes en el Superbird. A pesar de que creó una gran impresión en la calle, el alerón trasero no era necesario a velocidades normales; fue diseñado para pistas de carreras, para mantener las ruedas traseras al suelo a velocidades superiores a 150 mph (240 km/h).
De colección
Plymouth Road Runner Superbird 1970 tuvo como origen la NASCAR. Para poder homologar el auto la empresa tenía que fabricar al menos 500 unidades y así obtener su registro. Plymouth quiso ir más allá del objetivo, decidiendo que cada distribuidor de la marca tuviera un auto a la venta. Es por ello que se produjeron 1,920 Superbirds.
Estaban disponibles con tres tipos de motor, el más popular fue el Super Commando 440 V8 con un solo carburador de cuatro gargantas productores de 375 caballos de fuerza. También estaba disponible el 440 Six Barrel con 390 caballos de fuerza y el poderoso HEMI 426 de 425 caballos de fuerza (317 kW). A pesar del éxito en las pistas del Plymouth Road Runner Superbird, 1970 fue el único año en que se hizo este muscle car.
Hoy en día quien tenga un modelo como este en optimas condiciones podemos decir que tiene asegurados al menos 100,000 dólares, cuando su precio original era de 3,500 dólares.