Considerado por muchos como el auto más importante jamás fabricado por la marca, el Aston Martin DBR1 es el auto británico más caro en la historia después de haberse vendido en una subasta de RM Sotheby's en Monterey por $22.6 millones durante el Pebble Beach Concours d´Elegance.
No es difícil ver por qué el Aston Martin DBR1 es considerado tan alto entre tantos entusiastas y expertos, y es que el auto ganó varios campeonatos y carreras importantes, tales como las 24 Horas de Le Mans de 1959 y el World Sportscar Championship de ese mismo año.
Este ejemplar, el DBR1/1 ganó los 1,000 Kilómetros del Nürburgring de 1959, mientras que pilotos famosos como Caroll Shelby, Reg Parnell, Roy Salvador, y Stirling Moss han tomado el volante del auto en alguna ocasión.
El auto en cuestión ha cambiado de manos varias veces y se encuentra equipado con un motor réplica producido por Geoffrey Mash y puesto a punto por R.S. Williams, quien también se ha ocupado por mucho tiempo del mantenimiento del auto.
El motor réplica fue equipado ya que un dueño anterior quiso correr el auto en el Goodwood Revival de 2009 y decidió que hacerlo con el motor original sería un riesgo muy grande, pero el bloque original también acompaña al auto para cuando se le quiera equipar.
El precio de $22.6 millones sobrepasa al establecido por un Jaguar D-Type que fue subastado el año pasado y es por eso que el Aston Martin DBR1 es el auto británico más caro jamás vendido en subasta.
El precio del Jaguar fue de $21.8 millones de dólares. La subasta del DBR1 supuestamente duró siete minutos, siendo dos personas las que constantemente peleaban por tener la puja más alta hasta que un participante anónimo logró el la puja más alta por vía telefónica.
El interior ha sido restaurado para ser correcto conforme al periodo del auto, gracias a un estudio realizado por Michael Bowler, con la ayuda del ahora difunto Ted Cutting, quienes realizaron un estudio para que todos los componentes del tablero estuvieran exactamente como debieran.
