El Ferrari 250 LM tiene un lugar único en la historia del automovilismo. Presentado en 1964, fue diseñado para combinar el espíritu de las carreras con los requisitos de homologación para la categoría GT. Sin embargo, las ambiciones de Enzo Ferrari se vieron frustradas cuando la FIA rechazó su clasificación debido a que sólo se produjeron 32 unidades, lejos de las 100 requeridas.
Sabiendo jugar con las reglas, el 250 LM encontró su lugar entre propietarios privados y equipos de carreras, incluido el North American Racing Team (NART). Uno de estos 250 LM de exhibición fue la inspiración para el Ferrari SP3 Daytona de Piero Ferrari.
Ferrari 250 LM 5893, una oportunidad única
El chasis 5893, el sexto Ferrari 250 LM producido, es sinónimo de gloria en Le Mans. Pilotado por Masten Gregory y Jochen Rindt bajo la bandera de NART, comenzó la carrera de 1965 en la posición 13. Para la hora 18, ascendió al segundo lugar, eventualmente tomando la delantera después de que su rival sufriera un pinchazo. Esta victoria histórica fue notable porque fue lograda por un equipo privado, en lugar de uno inscrito directamente por la fábrica de Ferrari. Además fue la última vez que un Ferrari con motor V12 ganó la carrera.
Tras esta monumental victoria, el chasis 5893 continuó su carrera deportiva. El auto participó en eventos icónicos como las 24 Horas de Daytona en 1966, 1968 y 1970, así como en otras ediciones de Le Mans.
Aspectos destacados de ingeniería y diseño
El motor V12 Tipo 168 del Ferrari 250 LM sigue siendo una maravilla de la ingeniería. Éste genera aproximadamente 320 hp y 236 lb/ft de torque con un desplazamiento de 3.3 litros. Su configuración de motor central, una innovación frente al diseño tradicional de motor delantero, le dio una ventaja superior en manejo y distribución de peso en la pista.
Su aerodinámica era avanzada para la época, destacando un morro más largo diseñado por el carrocero aprobado por Ferrari, Piero Drogo. Los elementos de diseño característicos del auto, incluidos los pilares B, las tomas de aire traseras y el alerón estilo ducktail, influyeron en modelos posteriores como el Ferrari 296 GTB.
De las carreras a la conservación
Tras sus días de competencia, el chasis 5893 fue adquirido por el Museo del Indianapolis Motor Speedway, donde permaneció durante más de cinco décadas. Su originalidad, incluidos los adhesivos de la escudería NART que combinan el caballo rampante de Ferrari con un motivo de la bandera estadounidense, lo convierte en una pieza codiciada para coleccionistas. Ahora, al dirigirse a subasta, se estima que este 250 LM alcance más de $26.5 millones (€25 millones), lo que subraya su rareza y relevancia histórica.
